Así es mi pueblo SaN LuIs MeXtEpEc

Blog creado sobre la comunidad de San Luis Mextepec, un pueblo con infinidad de historias, tradiciones y leyendas que datan desde su fundación. En el blog puedes encontrar la historia de San Luis Mextepec, fotografías e información interesante.





 Esta es una leyenda familiar que ha pasado de generación en generación.

Corrían los años de la revolución (1910) y durante estos años hubo mucha escasez de alimentos, derivado de la situación que se vivia en el país, la toma de las vías de tren, que era uno de los principales medios de transporte, y también porque la mayoría de los agricultores se unieron a la Revolución, por lo que no había quien se hiciera cargo de los cultivos.

Nos cuentan que un día mi bisabuelo, durante esos años que participó en la Revolución Mexicana, se encontraba junto con sus compañeros en una zona muy alejada, en medio de cerros, en donde no había prácticamente nada, no tenían que comer y ya habían pasado algunos días sin probar bocado, por lo que tenían mucha hambre, continuaban avanzando en el camino pero no encontraban nada que pudieran comer, de repente a lo lejos vieron algo parecido a un perro, por lo que se apresuraron a seguirlo y no perderle el rastro para tratar de atraparlo,  por fin después de un largo rato de seguirlo consiguieron atraparrlo, se dispusieron a prepárarlo para poder comerlo, empezaron a quitarle la piel, cuando de repente cual fue su sorpresa al ver que debajo de la piel de aquel perro se encontraba el cuerpo de hombre, ese animal que habían encontrado era un Nahual, todos se quedaron perplejos ya que nunca habían visto algo así.

Se dice que los nahuales eran hombres que tenían el poder de transformarse en animales.

Escrito por Anahí Olivares.





Es aproximadamente en 1940 cuando María Guadalupe Hernández Monroy y Reyes Jiménez González, conocidos en nuestra población como “Tía Lupe” y “Tío Rey” empiezan a vender tamales de carpa, quien pensaría que esto daría inicio del comercio de Pescados y Mariscos en San Luis Mextepec, un comercio que ha dado a conocer a nuestra población tanto a nivel estatal como nacional.

 


La Sra. Guadalupe mando al Sr. Rey a traer carpas de la presa de Villa Victoria para la comida, y la Sra. Guadalupe las preparó en tamal en hoja de maíz, las coció en un comal con leña, pero como les sobro carpa, preparo más tamales de carpa para venderlos entre sus vecinos, y como a sus vecinos les gustaron mucho los tamales, le pedían más y más, por lo que comenzaron a traer carpa de Villa Victoria para preparar los tamales y venderlo, las carpas se traían en costales de ixtle y botes de 20 litros en autobús. Los tamales de carpa inicialmente los vendieron con sus vecinos y posteriormente en todo el pueblo.

 

El pescado fresco se inicia vendiendo en privada Álvaro Obregón, casa del Sra. Guadalupe y del Sr. Rey, los primeros productos que se comercializaron fueron; carpas, ranas, charales, ajolotes, patos y gallaretas.

 

Las personas en la comunidad eran muy pobres y veían que la carpa se vendía muy bien, pero ellos no sabían cómo prepararla por lo que le piden a Tía Lupe y Tío Rey que les trajeran carpa y les enseñara a prepararla, ellos con mucho gusto les enseñaron a destripar, lavar, envolverla en hoja y cocer la carpa, y también les sugirió en donde podían comercializar el producto.


 

Así también como los demás productos que para ese entonces ya se vendían: los patos se vendían hervidos y enteros, y ya las personas los guisaban y los preparaba a su gusto. Los charales se hacían en hoja de maíz, con sal, chile, también se hacían tamales de huevera de la carpa, con hoja de maíz, cabe mencionar que la carpa de Villa Victoria era muy sabrosa, tenía mucha huevera y mucha carne, estos productos se vendían en el tianguis del de Toluca, que se ponía en los alrededores del mercado 16 de Septiembre, en donde actualmente es el Cosmovitral.

 

Algunos de los vecinos y personas de San Luis Mextepec que fueron de los primeras a las que Sra. Guadalupe y el Sr. Rey enseñaron a preparar y vender carpa son:

 

Agustina Palma
Agustina y Pedro López
Alberto Gamboa Venta, su esposa Socorro Salazar y su hermano Santiago Gamboa Venta
Alberto, Seferina y Francisca Tabaco
Andrés Ramírez
Angelina Hernández
Angelina Salazar
Artemio Betancourt Hernández
Aurelio Romero "Sr. Guajolote" y su esposa Andrea
Benita Montes
Braulia Ovando
Braulia y sus hijos: Chana, Roberto Pérez y su esposa Lola
Camerino Garduño y su hija Elena
Catalina Hernández y Leodegario López, y su hija Cristina López
Chole, mujer de tío chon
Clemente Pérez
Cleotilde y Tomas – vendían en Texcoco
Eladia, Isabel y Anselma Salazar Orozco
Elena Gamboa Ávila
Emiliana y Tomas
Eusebia y Martina Gamboa
Félix Alvarado y María Pérez
Felipa Orozco, Victoria Orozco y Juliana Orozco
Francisca López y Evaristo Dado
Francisca Romero y Francisco Pérez
Francisco Ramírez y su esposa Guadalupe
Gabino Jiménez Hernández y su esposa Pilar Guadarrama Ballesteros
Genaro González y Amalia Betancourt
Ignacio González y Lorenza
Ignacio Olivares y su esposa
Isaura esposa de Saturnino Jiménez
Juana Camilo "Juana la Gorda" y sus hijas Juana y Reyna
Juana Jiménez "La Candola"
Julián López y Francisca Jiménez, quien traía grandes cantidades de pescado
Juliana Jiménez y sus hijas Alicia y Elvira Morales
Juliana Orozco
Lorenzo Miranda y su esposa Rosa
Luis González y Mercedes Pérez
Macario Alvarado López
Manuela y Gome
Marcelina y Francisca – vivían frente al Vikingos
Margarita García
Mari esposa del Sr. Jorge González
María de Jesús González y Teodoro Alvarado
María Garduño y sus hijas Federica, Isaura, Juana, Josefina y Tita Olivares
María y Santiago González
María Zenón
Martha Betancourt Hernández y su esposo
Paula y Luis González – vendían en Xochimilco
Pedro Betancourt Hernández "Pedro el Carpas"
Perfecto López
Petra Chimino y sus hijos Elvira y Perico
Petra Medrano
Pilar Betancourt y su esposo Aurelio
Remedios y su hermano Domingo
Reyna Mendoza y su esposo Francisco Romero
Román Pérez Cruz e Ildefonso Pérez
Sabina, y sus hijas: Maximina y Benita
Salomón González
Soledad Olivares y su esposo Martin
Sr. Ballina y su esposa
Tacha Olivares "La Chupaca" y su hermana Juana
Tía Jobita
Tía Paz
Tomas Garduño y Pascuala López - vendían en Michoacán
Tomasa Betancourt Hernández y su esposo Guillermo
Tonchi, sus hermanas Juana, Chona, Guadalupe y su esposo Crisóforo


**Si saben de más personas, ayúdenos compartiéndonos sus nombres para poder incluirlos en la lista.


Al ser muchas personas las que para ese entonces ya vendían pescado, comienzan a buscar nuevos lugares para venderlo como Zinacantepec, Calixtlahuaca, Santa María del Monte, Almoloya de Juárez, los lunes en Metepec, y poco a poco se fueron yendo más lejos como Ixtlahuaca, Atlacomulco, El Oro, Santuario de Chalma, Santiago Tianguistenco, Valle de Bravo, mercados de la Cd. De México como la Merced, Milpa Alta, Xochimilco, Texcoco, Villa Nicolas Romero y Cholula Puebla, y debido a que mucha gente de San Luis Mextepec vendía pescado, gente de Zitácuaro, Cd. Hidalgo, Acámbaro y Guadalajara comenzaron a venir a la población a comprar carpa.

 

Inicialmente a la gente que vendía pescado se les llamaba carperos.

 

La gente pagaba el pescado hasta que lo vendían, gracias a esto muchas personas se fueron superando, y fue una gran fuente de trabajo sobre todo para las mujeres, que pudieron sacar adelante a sus hijos y darles educación, y en muchos casos una carrera.

 

Una anécdota que nos cuentan en la familia es que la Sra. Guadalupe tenía una clienta en Toluca, su clienta compraba una gran cantidad de carpa pero ella no las vendía en hoja de maíz, y siempre que la Sra. Guadalupe le preguntaba como las preparaba nunca les decía, pero un día la Sra. Guadalupe fue a verla y vio que la puerta en donde estaban cocinando las carpas, estaba abierta, por lo que se metió para buscar a la Sra., y vio que estaban cociendo las carpas en un horno como los de pan, entonces la Sra. le dijo ni modo Lupita ya viste el horno ya fíjate bien como está el horno, la Sra. Guadalupe se fijó muy bien como estaba hecho el horno,  y llegando a San Luis, le comento a Tío Rey, y fueron a ver a su vecino Tío Juan Mejía “Juan Chaparro”, para que hicieran un horno, es en ese momento se construye el 1er horno para cocer pescado en Privada Álvaro Obregón, era de tabique rojo y se fueron colocando trozos de leña para poder dar la forma redondeada, se usaba leña para cocer el pescado, las carpas se colocaban en latas de alcohol para cocerlas y se les colocaba un poco de aceite. Posteriormente se hizo un 2do horno, nos cuentan que las personas se formaban para hornear su pescado hasta la madrugada, el proceso en el horno era más rápido que en el comal, ya que en un horno cabían aprox. 20 kilogramos de pescado. Es de reconocer la gran visión de la Sra. Guadalupe Hernández ya que siempre compartió sus conocimientos y ayudo a las personas, para que pudieran salir adelante y superarse.

 

 Al mismo tiempo el liderazgo e inteligencia de Roberto Jiménez Hernández, hijo mayor de la Sra. Guadalupe y el Sr. Reyes, quien, aun siendo un niño empezó a ayudar a sus papás para encauzar este negocio. Roberto quien tenía aproximadamente 10 años cuando iba a traer carpas a Villa Victoria, regresaba en autobús con los costales llenos de carpa, recuerda que con mucho esfuerzo tenía que subir él solo, los costales arriba del autobús, ya que los cobradores de los autobuses no querían ensuciarse con el pescado al tener fuerte aroma.

 


Cuando Roberto termina la primaria, decide dejar de estudiar para ayudarles a sus papás, ya que eran muy pobres, por lo que cuando se termina la carpa en Villa Victoria, Roberto comienza a buscar otros lagos y lagunas como fuentes de extracción de pescado fresco tanto en el Estado de México como en toda la República Mexicana, tal como el Lago de Chapala (Primero llegan a Sahuayo, y posteriormente a Jamay), al que llegó en 1953, cuando tenía 13 años, del Lago de Chapala se extraía: carpa, popocha, rana y charales. La astucia, inteligencia, visión y honradez hacía que la gente confiara en Roberto para cerrar tratos, por lo que es Roberto Jiménez quien daría más auge a la venta y distribución de pescado en San Luis Mextepec.

 

Posteriormente la Familia Jiménez Hernández comienza a vender el pescado en Privada Álvaro Obregón esquina con 5 de febrero, frente al molino de Tía Loreto.

 

El Sr Alberto Gamboa Venta y su esposa Socorro Salazar empiezan con la venta de pescados en grandes cantidades y también su hermano el Sr. Santiago Gamboa Venta.

 

Nos cuentan que de Ocotlán, Jalisco la Srita. Toña enviaba en un vagón por tren: bagre, popocha y carpa, el pescado lo colocaban en petates con hielo, y posteriormente zurcían el petate para que el pescado no se saliera y llegara bien, el tren llegaba hasta Toluca, por lo que tan pronto se escuchaba el silbido del tren, iban a recoger el pescado a la estación de tren.


 

Para ese entonces ya se necesitaban más hornos y un lugar más grande para repartir la carpa, la distribución de pescado se empezó a realizar en la Calle Ignacio Manuel Altamirano No 222, en donde ya había 2 hornos más, ya que ya no eran suficientes para la demanda, y algunas personas que vendían una cantidad grande de carpa también empiezan a hacer hornos en sus casas, y posteriormente se hacen 2 hornos más en la calle 5 de febrero.

 

Aproximadamente en 1970 Roberto Jiménez se va a buscar carpa al Norte y encuentra El Lago Falcón, que está en la frontera con Estados Unidos, y en Nuevo Laredo, Tamaulipas, del cual se trae: carpa, bagre y lobina. En 1972 empieza a traer carpa y mojarra de la presa de Infiernillo en Michoacán.

 

Posteriormente el Sr. Rey, su hijo Gabino Jiménez Hernández, y su nieto Pedro Jiménez Camacho llegan a Durango y encuentran la Presa “El Palmito” de la cual se extraía la carpa Israel “Pelona”, luego de ahí se van a Chihuahua a la presa “La Boquilla” de la que se traía: carpa, lobina y bagre.

También se trajo pescado de otros puntos de la Republica como: Uruapan, mercado de Guadalajara, Tuxpan Nayarit, Mazatlán.

 

Posteriormente se van a Sierra de Chiapas a buscar carpa, pero debido a la falta de caminos y puentes, no encuentran un punto de fácil acceso.

 

Aproximadamente en 1973, Fidel Betancourt Hernández y su esposa la Sra. Socorro, originaria de Sahuayo comienzan a vender carpa y mojarra fresca en la calle Javier Mina y fundan la pescadería “La Sahuayense”, es el 1er negocio establecido en la calle Javier Mina, cuando empezó a vender la mayoría de los predios eran milpas y casi no había casas, posteriormente el Sr. Fidel Betancourt vende esta pescadería a Roberto Jiménez, quien la hereda a sus hijos Mario Jiménez y Gloria Jiménez, esta pescadería sigue operando hasta la actualidad con el mismo nombre.

 

En 1980 Roberto Jiménez y su esposa la Sra. Eva Camacho fundan “La Pescadería Jiménez”, en la Calle Gran Tenochtitlan en donde hasta la fecha se encuentra establecida, actualmente es atendida por Pedro Jiménez y su esposa Cristina Olivares.

 

Es por esos años que Carlos Alvarado González (hijo de la Sra. Chuy), siendo muy joven, es la primera persona en San Luis Mextepec que inicia con la venta de empanadas y cocteles de camarón, y posteriormente con caldos de pescado, y gran variedad de platillos.

 

En 1987 la Sra. Ana María de Jesús González Orozco y Teodoro Alvarado López fundan el primer restaurante de Pescados y Mariscos en San Luis Mextepec “Puerto de Alvarado”, su hijo Carlos Alvarado y su hija Rosa Alvarado les ayudaban a sus papas en el negocio, cabe mencionar que la Sra. Chuy fue de las primeras personas en ir a vender carpa a la Ciudad de México, vendía grandes cantidades de pescado en el Mercado de la Merced. Posteriormente su hijo Carlos Alvarado González y esposa fundarían el restaurante “El Barco de Alvarado”.

 

Aproximadamente en 1985 es Miguel Jiménez Camacho y María de los Ángeles Cruz Orozco quienes son los primeros en introducir la venta de pescados y mariscos frescos, de agua salada, ya que hasta ese momento solo se vendían productos de aguas interiores “Agua dulce”, en San Luis Mextepec.

 

Durante la década de 1990 es cuando se empiezan a establecer más comercios de pescados y mariscos en la calle Javier Mina.

 

Esta actividad comercial ha sido crucial para la economía de muchas personas y familias, creando muchas fuentes de empleo en toda la cadena de distribución desde pescadores, distribuidores, transportistas, vendedores y empleados, lo que ha ayudado a las personas a salir adelante y superarse, dando conocer a nuestra población debido a la calidad y frescura de los pescados y mariscos.


Este escrito se dedica a todas las personas trabajadoras de San Luis Mextepec que con muchas adversidades y condiciones muy difíciles, se aventuraron a salir delante de forma honrada y con el esfuerzo de su trabajo, ya que es una actividad muy pesada y laboriosa.

 

 Por: Anahi Olivares Jiménez y Pedro Jiménez Camacho     Agosto 2022

 

Fuentes:

Jiménez Hernández, Roberto, comunicación personal, 17 de agosto de 2022

Jiménez Camacho, Miguel, comunicación personal, 17 de agosto de 2022

Jiménez Hernández, Alberta, comunicación personal, 24 de agosto de 2022

Venta, Fausto, comunicación personal, 24 de agosto de 2022

Jiménez Hernández, Clara, comunicación personal, 17 de agosto de 2022

Olivares Gamboa, Antonio, comunicación personal, 17 de Agosto de 2022











 


Vista

Aproximadamente a 20 minutos de San Luis Mextepec se encuentra Calixtlahuaca, antes llamado Matlazinco, capital de los Matlazincas, fue un gran reino antes de que el Valle de Toluca fuera conquistado por el rey mexica Axayacatl en el año 1470, como capital de un estado poderoso, la ciudad era de grandes dimensiones con monumentos arquitectónicos impresionantes.
El significado de Calixtlahuaca en náhuatl es “lugar de casas en la llanura", fue uno de los asentamientos más importantes en el valle de Toluca y se ubica en las faldas del cerro del Tenismo.
Fray Bernardino de Sahagún menciona que los matlazincas fueron llamados así porque el término alude a la habilidad y los usos que le dieron a la red, en náhuatl  dicha denominación significa "gente de la red". 
Ubicados en una zona lacustre, desarrollaron distintas actividades: desgranaban maíz, cazaban aves, cuidaban a los niños, realizaban sacrificios. Fueron conocidos como quaquatl, lo que hace referencia al uso que sus pobladores hicieron de una honda ceñida a la cabeza que servía para cazar.

Zona arqueológica de Calixtlahuaca

Importancia Cultural

Durante la época prehispánica, en el valle de Toluca se asentaron grupos otomíes, teotihuacanos, toltecas, mazahuas, matlatzincas y nahuas. 

La zona arqueológica de Calixtlahuaca fue excavada y reconstruida bajo la dirección de José García Pavón  a partir de 1930, se ha descubierto que tuvo 5 periodos distintos de ocupación:

1) Período Preclásico (1200 a. C. al 150 d.C.), la ocupación en el valle de Toluca y Calixtlahuaca, fue por grupos organizados con influencia olmeca. Representado por figurines y paredes verticales.

Cabe destacar que la Cultura Olmeca es considerada la cultura madre de las culturas de Mesoamérica.

2) Posteriormente el Período Clásico a partir del 250 d. C. los teotihuacanos llegaron al valle de Toluca y a Calixtlahuaca, el cual ofrecía diversidad de elementos naturales para la subsistencia. 

Los teotihuacanos introdujeron costumbres y ritos como el juego de pelota, el culto a Quetzalcóatl y a Tláloc. En Calixtlahuaca, los conjuntos El Panteón, Tláloc y Ehécatl Quetzalcóatl, se construyeron con base a un eje de sur a norte.


3) Al caer Teotihuacán, en Calixtlahuaca hubo intrusión tolteca.

4) Posteriormente fue habitada por los matlatzincas, es decir, los nepinthathuhui (los de la tierra del maíz), más tarde se les llamó los hombres de la redsu apogeo fue entre los años de 1116 a 1476 d. C.


5) De 1476 a 1521 d.C. los mexicas —con Axayácatl y la Triple Alianza— conquistaron a los matlatzincas y, bajo el mando de Moctezuma Xocoyotzin, impusieron el pago de tributo, como consta en la Matrícula de Tributos.

Monumentos Arqueológicos
La Zona de Monumentos Arqueológicos Calixtlahuaca se distribuye a lo largo de un segmento del Cerro Tenismó. 

Monumento 3 o Templo de Ehécatl Quetzalcóatl. Es el monumento más emblemático y tiene forma circular, lo que indica que estaba dedicado  al Dios Ehécatl, deidad del viento. La estructura se levanta sobre una terraza y se puede acceder por un sistema de pequeñas terrazas y una escalinata del lado este. Las etapas constructivas son: teotihuacana (250 – 650 d. C.), tolteca (900 – 1116 d. C.), matlatzinca (1116 - 1476 d. C.), mexica (1476 - 1521 d. C.). Al ingresar al interior de la estructura se pueden observar las estructuras interiores que corresponden a la segunda y tercera etapa.


En este templo se halló una escultura antropomorfa mexica de piedra, de un sacerdote que porta sandalias y la máscara de Ehécatl,
 máscara bucal que asemeja un pico de pato, la escultura mide 1.80 metros, la cual fue colocada como ofrenda dentro de la plataforma del lado sur del templo, 


Ehécatl (en náhuatlehēcatl ‘el viento’ehecatl, viento’) en la mitología mexica y para otras culturas de Mesoamérica, era el dios del viento. Usualmente se le interpreta como una de las manifestaciones de Quetzalcōātl, la serpiente emplumada, tomando el nombre de Ehécatl-Quetzalcoatl, apareciendo en el aliento de los seres vivos y en las brisas que traen las nubes con lluvia para los sembradíos.[2]​ Es uno de los dioses principales de la creación y héroe cultural en las mitologías de creación del mundo. Su aliento inicia el movimiento del Sol, anuncia y hace a un lado a la lluvia. Trae vida a lo que está inerte. Se enamoró de una muchacha humano llamado Mayah, y le dio a la humanidad la habilidad de amar para que el pudiera corresponderle su pasión y también la habilidad de volar para poder alcanzarlo. Su amor fue simbolizado con un hermoso árbol, el cual crece en el lugar en el que llegó Ehécatl a la tierra.

Según el mito azteca, luego de la creación del quinto sol, este estaba fijo en un punto del cielo, al igual que la luna, hasta que Ehécatl soplo sobre ellos y los puso en movimiento. Usualmente era representado con una máscara bucal roja en forma de pico. Con ella limpiaba el camino para Tláloc, dios de la lluvia, y los Tlaloque, dioses menores de la lluvia. En ocasiones se le representaba con dos máscaras, tiene un caracol en el pecho, pues el viento es usado para tocar el caracol, y asemeja el sonido del viento; Sus templos normalmente tenían forma circular, para tener menor resistencia al viento y ayudar a su circulación. A veces se le asociaba con los cuatro puntos cardinales, pues el viento viene y va en todas direcciones.


Monumento 1. De forma casi cuadrada. Las etapas constructivas visibles pertenecen al Período Posclásico, matlatzinca (1116 d. C. al 1476 d. C.) y mexica (1476 al 1521 d. C.).

Conjunto de Tláloc (Grupo B). Se encuentra del lado Sur a 200 metros de la estructura 3, ya en la subida del cerro y consta de tres estructuras el monumento 4, 7 y el altar de los cráneos o Tzompantli que se encuentran alrededor de una pequeña plaza. 

El monumento 4 se localiza al poniente y es la estructura más grande, cuya forma es la más común de los templos azteca, la parte de arriba de la  estructura  aún no ha sido reconstruída  y no se sabe como lucia. Al norte se encuentra el monumento 7, éste conjunto se construyó tomando en cuenta las formas del paisaje del valle, el cerro del Molcajete y su plataforma natural dan marco a los edificios. Durante la excavación se encontraron ofrendas con vasijas dedicadas a Tláloc, dios de la lluvia,  por este motivo al conjunto se denominó así.

Calixtlahuaca

El Tzompantli. Estructura en forma de cruz del período mexica, en la pared se introdujeron calaveras y clavos labrados en piedra. Según reportes arqueológicos la estructura tendría casi cien clavos en forma de cráneo, desafortunamente han sido robados al paso de los años, actualmente se pueden apreciar algunos en la estructura.

Zona Arqueologica de Calixtlahuaca

Conjunto  denominado El Panteón (Grupo C).  Siguiendo hacia el sur a media ladera se ubica este conjunto, a 400 mts del Grupo B, está Integrado por cuatro monumentos; monumentos 5 y 6, el del Sur y otro al Poniente.

El Panteón se localiza al sureste del conjunto de Tláloc. El monumento 5, es la estructura mas grande de este conjunto, en la cual se observan tres etapas constructivas, y es un basamento de cuatro estructuras superpuestas. La etapa teotihuacana tiene en su esquina sureste petrograbados.

El monumento 6, se encuentra al norte del patio cubierto por lajas, debajo de ellas el arqueólogo José García Payón halló una gran cantidad de entierros, por lo que lo denominó "El Panteón", durante la excavación se encontraron vasijas, cascabeles de cobre, ornamentos de obsidiana y piedra verde y otro tipo de objetos.


Monumentos 8, 9, 10 y 11
no tienen acceso los visitantes.

Los monumentos 13, 14 y 15 —no abiertos al público— se localizan en la cima del cerro.

Monumento 16. Se encuentra en la planicie. Es un conjunto arquitectónico, rodeado de un muro,al centro sobresalen estructuras no exploradas.

Conjunto 17 o Calmécac. García Payón lo identificó como Calmécac, pero actualmente se sabe que se trata del Palacio del rey de Calixtlahuaca. En la primera sección hay una gran plaza, con una plataforma monumental, se accede por tres escalinatas de anchas alfardas. El frente se limita por dos plataformas. La segunda sección, es un espacio de cuartos –con tlecuiles–, distribuidos en niveles y comunicados por escalinatas y estrechos pasillos.

Los conjuntos ubicados en la ladera del Cerro Tenismó se levantan sobre terrazas en lugares que se nivelaron, para luego rellenarse y sostenerse con gruesos muros de contención. El recorrido por los monumentos abiertos al público se puede realizar en aproximadamente dos horas.


Objetos que fueron encontrados en la zona

* Escultura de Ehécatl
* Escultura de Cihuateteo (imagen del lado izquierdo)
* Esculturas
* Sahumadores y vasijas
* Figurillas y objetos cerámicos 
* Artefactos de cobre
* Obsidianas
* Además se han encontrado más de 50 petroglifos relacionados con símbolos de agua, fuego, viento o bien que refieren a deidades como Ehécatl Quetzalcóatl.



Domicilio

Calle Hidalgo, s/n, pueblo de Calixtlahuaca, 50280, Toluca de Lerdo, Toluca, México.


Horario: 
Martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. **Debido a la pandemia actualmente se encuentra cerrado.

Costo de acceso :Entrada general: 55 pesos.


Si visitas la zona arqueológica, no tires basura, se cuidadoso con las estructuras piramidales, cuidemos la zona, ya que es nuestro patrimonio cultural, nuestra historia, nuestras raíces y tradiciones que son invaluables, y aún siguen siendo estudiadas por lo que las debemos cuidar y preservarlas para la posteridad.


Información tomada de:

https://mediateca.inah.gob.mx › object

Calixtlahuaca | Mediateca INAH

https://lugares.inah.gob.mx/es/zonas-arqueologicas/zonas/piezas.html?search=piezas_zona&task=search&pieza_zona_id=1703&lugar_id=17a03

https://lugares.inah.gob.mx/es/zonas-arqueologicas/zonas/1703-calixtlahuaca.html

Smith, Michael E. (2011) Calixtlahuaca. In Historia general ilustrada del Estado de México, tomo 1, geografía y arqueología, edited by Yoko Sugiura Yamamato, pp. 271-277. El Colegio Mexiquense, Toluca

Años atrás la vegetación y fauna en San Luis Mextepec era muy rica y variada, esto ayudó a que la alimentación de sus habitantes siempre fuera muy completa, ya que la mayoría de la personas tenían cultivos de maíz, haba, frijol, calabaza, chilacayote, nopal, cilantro, acelgas y huauzontle, además de los quelites que había en las milpas, tales como: corazones, nabos, vinagreras, mutos, lacitos, también en cierta época había hongos en los pastizales que las personas recolectaban, así como ciertos frutos como: pera, tejocote, ciruelo, durazno y  capulín.

Estos alimentos los complementaban con la fauna que había en la zona lacustre, y es que en San Luis había varios veneros de agua, había uno en la calle 5 de Febrero esquina con Emiliano Zapata, otro  se encontraba sobre la Calle Independencia antes de llegar a Reforma, en donde también había un pilancón, que era una pileta en la que las personas llevaban a  los animales para que tomarán agua, había arroyos que bajaban de Zincantepec por la calles de Solache, Lázaro Cárdenas y Adolfo Ruíz Cortines, y bordos como el de San Luis, San Ramón, los 3 bordos (La Venta, El Capón y San Calixtro) y el bordo del cuate que se llenaba de agua por temporadas.


Los bordos eran muy importantes en la alimentación de las personas ya que había: acociles, atepocates, ranas y ajolotes, por lo que debido a la amplia variedad de fauna  acuática, las personas acostumbraban ir a los bordos a pescarlos con la ayuda de una matla (palabra náhuatl matlatl que significa red), la matla era un palo largo de aproximadamente 3 metros que en la punta tenia un aro de aprox. 1.20 metros de diámetro con una red de cañamo) los recolectaban tanto para consumo personal como para venta.


Los acociles se preparaban sobre el comal hasta que se hacían rojos, y se comían en tacos acompañados de un pico de gallo preparado con cebolla, chile, jitomate y cilantro.


Los atepocates y ajolotes  se preparaban en tamal de hoja de maíz, y se sazonaban con cebolla, chile, epazote y sal.


Las ranas se capeaban y se acompañaban con caldillo de jitomate aunque también se preparaban en tamal de hoja de maíz que se cocía sobre el comal.


Es aproximadamente en 1960 que empieza a disminuir la existencia de estas especies acuáticas debido a la sobreexplotación de estos recursos.






Redacción y Fotografías por: Olivares, J. Anahí

El arte plumario fue muy común en Mesoamérica desde la época prehispánica y se mantuvo hasta el virreinato. Los textiles con plumas de la época virreinal son una de las fascinantes rarezas del patrimonio cultural mexicano.


Hasta la fecha, en México se conocen únicamente seis textiles del arte plumario en el mundo pertenecientes a la época colonial, los cuales se estima que fueron elaborados entre los últimos años del siglo XVII y los primeros del XVIII, estos comparten una peculiaridad: cada una de ellas cuenta con distintas variantes de hilos de algodón entretorcido o hilado con plumón de pato.  Los tejidos de hilos emplumados elaborados en el México virreinal no presentan plumas atadas, en realidad se trata de plumón hilado con fibras de algodón o plumón torcido con hilos de algodón; el plumón es tan suave y flexible que es posible conseguir un hilo emplumado con el que después se procede al tejido en telar de cintura.

 

Si bien es posible encontrar el uso de textiles con plumas en otras regiones del mundo (como en los Andes, en el Amazonas, en las islas del Pacífico e incluso en las costas este y oeste de los Estados Unidos), todo parece indicar que la técnica de hilos emplumados son una exclusividad de la cultura mesoamericana y en particular, de las culturas que se establecieron en lo que hoy conocemos como México.

 

Los textiles con plumas eran muy apreciados por su gran belleza, y solo podían ser utilizados por la clase noble y sacerdotes, los textiles de arte plumaria que se conocen hasta en la actualidad son:

 

1.    El huipil atribuido a la Malinche: con bordados de lana, y conservado en el Museo Nacional de Antropología

2.    Tlamachtentli de Madeline: fragmento de huipil resguardado en el acervo del Museo Textil de Oaxaca.

3.    Manto de San Miguel ZinacantepecEsta pieza es considerada como un tesoro de arte plumario único en su tipo, elaborada con la técnica denominada hilo emplumado, además, llaman la atención los elementos iconográficos con los que cuenta, ya que dejan ver la fusión entre la estética indígena y la europea.

Debido a los registros históricos se sabe que una de las actividades principales en Zinacantepec, era el trabajo de la pluma, ya que cuando Axayácatl conquistó esta región, el tributo que se les impuso para ser entregado cada año fue el siguiente: 800 fardos de mantas finas, labradas y veteadas de diversos colores de pelo de conejo; otros 370 fardos de otras mantas con sus cenefas de lo propio, y 40 fardos y más siete mantas de plumas que servían de sobrecamas (Piña Chan, 1975:544-545).

Al parecer es un tapiz o colgante, que era muy común en España para representar  escudos heráldicos, se estima que fue realizado en el siglo XVIII, mide 1.80 metros de alto y 2.40 de ancho, la restauradora Mariana Almaraz menciona que está confeccionado por 3 lienzos realizados en telar de cintura, de acuerdo a los registros del Museo Nacional de Antropología se menciona que el manto fue retirado de la parroquia de San Miguel Zinacantepec en 1940, cuando fue donado Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía. En 1946 fue trasladado al Museo Nacional del Virreinato.

 Se cree que fue mandado hacer por un hacendado o cacique, el manto tiene varios elementos iconográficos, cuenta con dibujos de animales, entre los cuales destacan posibles representaciones de murciélagos con una línea curva que los rodea; y un águila bicéfala que se encuentra en el centro del manto, a la cual se le han dado varias interpretaciones:

a)    Emblema real de los Habsburgo

b)    Mito otopame sobre la creación del mundo que narra el enfrentamiento de unos gemelos con un águila bicéfala, que es vencida por los valerosos hermanos y al morir, los ojos brillantes del ave se elevan al firmamento para convertirse en el sol y la luna.

c)    Representación de la Virgen María (Bitran, 2010: 24)

d)    Arcángel San Miguel, patrono del pueblo (Ferro, 2009:261)

 Actualmente el manto se encuentra en la colección del Museo Nacional del Virreinato ubicado en Tepotzotlán.

4.    2da Manta de San Miguel Zinacantepec- resguardada en el Museo de Bellas Artes de Toluca.

5.    Tlamachayatl: Una tilma ubicada en las colecciones del Museo Prehistórico y Etnográfico “Luigi Pigorini” en Roma, Italia.

6.  Banda tejida con hilo emplumado y con hilos hechos con fibra de conejo, aparentemente de origen mexicano, se encuentra en Museo Nacional del Diseño Cooper-Hewitt, en Nueva York.

Se estima que la técnica de plumón hilado disminuyó su presencia en la elaboración de textiles de México durante la segunda mitad del siglo XVIII o principios del siglo XIX.

 




Bibliografia:
Museo Textil de Oaxaca  https://museotextildeoaxaca.org

https://www.inah.gob.mx/boletines/3541-difunde-el-inah-el-rescate-de-tecnicas-ancestrales-de-textiles-emplumados

Conservación de Arte Plumario: Coordinadoras Rosa Lorena Román Torres Lilian García-Alonso Alba. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA. 2014
https://www.encrym.edu.mx/Uploads/Publicaciones/PDF-54914.pdf

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